Declaración de expertos en el ámbito marino instando a detener la explotación minera en aguas profundas
Firmado por 653 expertos en ciencias y políticas marinas de más de 44 países
Las profundidades marinas albergan una parte importante de la biodiversidad de la Tierra, con una mayoría de especies aún por descubrir. La riqueza y la diversidad de organismos de las profundidades marinas sostienen los procesos ecosistémicos necesarios para el funcionamiento de los sistemas naturales de la Tierra. El océano profundo también constituye más del 90 % de la biosfera y desempeña un papel clave en la regulación del clima, la producción pesquera y el ciclo de los elementos. Es parte integrante de la cultura y el bienestar de las comunidades locales. Los fondos marinos forman parte del patrimonio común de la humanidad. Sin embargo, los ecosistemas de los fondos marinos se encuentran actualmente sometidos a la presión de una serie de factores antropogénicos, como el cambio climático, la pesca de arrastre de fondo y la contaminación. La explotación minera de los fondos marinos se sumaría a estos factores de estrés, lo que provocaría una pérdida de biodiversidad y de funcionamiento de los ecosistemas que sería irreversible en escalas de tiempo multigeneracionales. Algunas de las preocupaciones específicas que suscitan las consecuencias de la minería de aguas profundas son las siguientes:
la pérdida directa de especies y poblaciones únicas y ecológicamente importantes como consecuencia de la degradación, la destrucción o la eliminación del hábitat del fondo marino, muchas de ellas antes de haber sido descubiertas y comprendidas;
la producción de grandes y persistentes penachos de sedimentos que afectarían a las especies y ecosistemas del fondo marino y de las aguas medias mucho más allá de los lugares de extracción en sí;
la interrupción de importantes procesos ecológicos que conectan los ecosistemas de aguas medias y los bentónicos;
la resuspensión y el vertido de sedimentos, metales y toxinas en la columna de agua, tanto por la explotación de los fondos marinos como por el vertido de las aguas residuales de la minería desde los buques, en detrimento de la vida marina, incluida la posible contaminación de especies de peces de importancia comercial, como el atún;
la contaminación acústica derivada de la actividad de la maquinaria industrial en el fondo del océano y del transporte de lodos de mineral en tuberías hasta la superficie del mar, que podría causar estrés fisiológico y de comportamiento a los mamíferos marinos y otras especies marinas;
consecuencias inciertas en la dinámica del secuestro de carbono y en el almacenamiento de carbono en las profundidades del océano.
Existe una escasez de información científica rigurosa sobre la biología, la ecología y la conectividad de las especies y los ecosistemas de aguas profundas, así como sobre los servicios ecosistémicos que proporcionan. Sin esta información, no se pueden comprender plenamente los riesgos potenciales de la minería de los fondos marinos para la biodiversidad, los ecosistemas y el funcionamiento de los fondos marinos, así como para el bienestar humano. Al mismo tiempo, un número creciente de informes científicos (IPBES, IPCC, etc.) indican que la biodiversidad de la Tierra se halla cada vez más en peligro de extinción.
Por las razones expuestas, recomendamos encarecidamente que la transición a la explotación de los recursos minerales se detenga hasta que se haya obtenido información científica suficiente y sólida para tomar decisiones informadas sobre si la minería de aguas profundas puede autorizarse sin un daño significativo para el medio ambiente marino y, en caso afirmativo, en qué condiciones. El Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030) ofrece la oportunidad de recopilar más información sobre las especies y los ecosistemas que podrían verse afectados por la minería de los fondos marinos. Como científicos, valoramos profundamente la toma de decisiones basada en pruebas, especialmente en casos tan importantes como la decisión global de abrir una frontera completamente nueva del océano a la explotación de recursos industriales a gran escala. La enorme importancia del océano para nuestro planeta y las personas, y el riesgo de pérdida permanente y a gran escala de la biodiversidad, los ecosistemas y las funciones de los ecosistemas, exigen una moratoria en todas las iniciativas de explotación minera de las profundidades marinas, en consonancia con el principio de precaución, y una aceleración de la investigación para que podamos obtener una mejor comprensión de lo que está en juego.